A pesar de cada instante ya sea bueno o malo, el humano va madurando en su forma de ver la vida y de aceptar su destino de acuerdo a la toma de sus decisiones, habemos personas decididas, otras que somos indecisas, y muchas que queremos pero no sabemos como empezar.
Lo último que se vio en el aula, la fase de ANTEPROYECTO, difícil en realidad, tratando de no divagar, tratando de sentir menos con el espíritu y más con la razón, tratando de no perder la cordura por el simple hecho de no avanzar al paso de los demás, y me comparo con un atleta que abandona la carrera antes de tiempo, y yo lo he hecho, abandoné antes de saber si podía continuar, y a pesar de querer, mi mente se cierra y se casa con la idea que vaga por el universo antes de aterrizar en un punto fugado, no sirve de nada ver la vida tan filosófica si al final no se llega a algo concreto, sería mejor ser frío y calculador para llegar a la carrera a tiempo y no ser como el conejo al que la tortuga de paso lento pero seguro de si mismo le gana en la competencia, y la liebre apareció antes que la tortuga en mi mente, sin darme cuenta que pude estar lenta pero segura, me llevo un gran aprendizaje con semestres anteriores, pero este, no se puede comparar con ninguno, una manera de ver a través del cristal de una manera diferente ya no mirar por mirar si no mirar con un por que, una razón y un para qué.
El aprendizaje que me llevo es el de las cosas bien hechas, que en un futuro demasiado cercano me ayudará a superar el abismo que me hunde hasta ahogarme en un mar inmenso de incertidumbre, y a pesar del nudo que mi estomago siente, no puedo evitar sentirme feliz, por que ahora deje de autocompadecerme para tomar las consecuencias de los actos que me trae el ser la liebre que se pierde en un mundo de telarañas ahora tomaré calma y me quitaré uno a uno cada hilo de seda que me tiene atada, y se que puedo hacerlo, por que lo he logrado, lo malo de esto es que después de darle calma, la desesperación llega a sin que yo lo pida, por eso he decidido pensar antes de actuar, sentarme a escuchar el silencio etéreo que me incita a tomar un lápiz y garabatear, ahora se que pensaré dos veces antes de tirar una linea sobre el papel para hacer lo que nos convierte en arquitectos, la CREACIÓN.
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